Muchas veces encontramos en nuestro hogar fallas en el equipo de bombeo sin conocer sus causas y pueden ser un verdadero malestar. Por eso es necesario estar al tanto de las fallas más frecuentes en bombas presurizadoras. 

• Acumulación de suciedad: Este tipo de falla es de las más comunes y sucede cuando materia particulada se incrusta a las superficies internas de la máquina. Si no se realiza una limpieza comienza a reducirse la eficiencia de bombeo y capacidad de flujo llevando a fallas mayores en el funcionamiento de la bomba. La solución a este problema es invertir en un mantenimiento para que la capacidad de bombeo se encuentre en buenas condiciones. 

• Presión insuficiente: La presión insuficiente hace que el líquido se transforme en vapor a baja presión. Esto se llama cavitación lo que puede generar vibraciones y daños mecánicos reduciendo la vida útil del motor. Para que esto no suceda es fundamental seleccionar una bomba con suficiente altura neta positiva de aspiración. De esta manera el líquido permanecerá siempre por encima de la presión de vapor. 

• Ingreso de aire por colocar la bomba después del circuito hidráulico: Cuando la bomba es colocada después del artefacto el circuito recibe el aire lo que perjudica la presión y el bombeo. La solución a este problema es colocar la bomba presurizadora por un técnico matriculado que es especialista en los detalles que harán que su máquina funcione correctamente. 

• Corrosión: Existen bombas que son fabricadas con materiales que no son de acero inoxidable. La corrosión es una falla que se produce por la reacción química entre el metal y el fluido que se bombea. Cuando sucede esto la eficiencia de la bomba se ve afectada. La solución a este problema es seleccionar aquellas marcas de bombas presurizadoras que estén fabricadas con materiales apropiados para uso. El material que se recomienda es el acero inoxidable porque es resistente a este problema y en consecuencia la vida útil de la bomba no se ve perjudicada. 

• Obstrucción del flotador magnético: Muchas veces sucede que el flotador se encuentra atorado con algún tipo de suciedad, este elemento es el que activa el sistema de presurización y aquí su importancia en el cuidado. Una de las soluciones es revisar la bomba, quitar las tuberías y mover el flotador magnético para comprobar su estado. Su mal funcionamiento limita el movimiento del flotador haciendo que la bomba no encienda o que se encienda pero no arranque.